UNA BREVE HISTORIA DE LA CERVEZA
4000 a.C. en Oriente Medio, los sumerios fermentaban una especie de pan para extraer
una bebida ligeramente alcohólica. Unos 1 000 años después, los babilonios ya producían
hasta 20 tipos diferentes de cerveza. Los egipcios también eran apasionados cerveceros.
Incluso se han encontrado cerveza y malta enterradas en las tumbas de los faraones
para cubrir sus necesidades en la otra vida.
Los romanos preferían el vino e introdujeron el cultivo de la vid en gran parte del
Imperio, pero los pueblos autóctonos, como los galos, solían preferir la cerveza, que se
bebía fría, era turbia y producía poca o ninguna espuma («cervoise»; cerveza anti-
gua).
En la Edad Media, los monasterios eran los mayores cerveceros. La cerveza refrescante
aliviaba su austero estilo de vida y podía beberse incluso en tiempos de ayuno.
Para añadir amargor a la cerveza se comenzaban a utilizar hierbas silvestres como el
mirto, la melisa, la borraja, la hierba de San Juan o las bayas de saúco y, por último, el
lúpulo, conocido originalmente por sus propiedades antisépticas. La primera normativa
europea sobre ingredientes alimentarios es la«Ley de pureza alemana» o «Reinheits-
gebot» (1516), que establece que la cerveza solo puede elaborarse a partir de agua,
lúpulo y malta; el uso de levadura vendrá después, una vez identificado como orga-
nismo responsable de la fermentación. Pero desde tiempos inmemoriales, se ha elaborado
con otros cereales y todo tipo de aromas, enriqueciendo el abanico de placeres en la
degustación.
DIFERENTES TIPOS DE CERVEZAS
No es fácil clasificar las cervezas, ya que son muchas y variadas y existen varios cri-
terios posibles.
Puedes optar por clasificarlas por color, distinguiendo entre la cerveza rubia, roja o
negra. Este color depende principalmente del nivel de secado, cocción y tostado de los
granos de malta utilizada en la elaboración de la cerveza. Cuanto más se tuesta la
malta, más oscuro será el color de la cerveza.
Puede optar por clasificarlas por método de fermentación. Distinguimos entre las
cervezas de alta fermentación (como las que puedes hacer con este kit), las cervezas
de baja fermentación, para las cuales la temperatura de fermentación es bastante
baja (entre 5 y 10°C, en lugar de 18 a 24°C), y las cervezas de fermentación es-
pontánea (sin la adición de levadura).
Finalmente podemos clasificarlas por denominación como las cervezas de abadía, ela-
boradas inicialmente en monasterios (aunque hoy en día pocas cervezas son realmente
elaboradas por monjes), las cervezas aromatizadas en las que agregamos frutas (ce-
rezas, por ejemplo, para la Kriek), las cervezas de trigo (en las que una parte de la
malta de cebada se sustituye por malta trigo o trigueño), las cervezas sin alcohol, las
Ale, Pils y otras «stouts»...
Por lo tanto, hay una infinidad de posibilidades de tipos de cerveza y es posible elabo-
rar la mayoría de ellas en casa.
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