Papá Oso y el pequeño Max
En un lugar muy escondido de un bosque frondoso viven
Papá Oso y su hijo Max, dentro de una cueva pequeña pero
muy acogedora. Mientras Papá Oso echa un sueñecito en la
hamaca, Max juega fuera, delante de la cueva. ¡Buf, cómo
pasa el tiempo! Papá Oso le llama. La cena está lista. Hoy
está sobre la mesa la comida favorita de Max: ¡pescado del
bueno a la parrilla con miel! Después de cenar, Max tiene
que irse a dormir, pero no tiene ningunas ganas. Entonces a
Papá Oso se le ocurre una idea...
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Escuchar y mirar prestando atención ayuda a tu hijo a com-
prender las relaciones entre la expresión oral y la acción.
Seguidamente pronuncia los versos y actuad juntos, tú y tu hijo.
También puedes inventarte historias en las que intervengan
los títeres. Realiza pequeños movimientos y pronuncia al
mismo tiempo frases breves. Puedes hacer por ejemplo que
los títeres se saluden con una inclinación.
Cuando tu hijo se haya familiarizado con los títeres, prueba
entonces los otros juegos que te sugerimos. Así, jugando,
introduces a tu hijo en sus primeras instrucciones de juego.
También se puede jugar con los títeres sin que intervengan
los adultos.
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